A TI MUJER

Hola amigas!

Sí, digo amigas porque esto va dirigido principalmente a ti.

Grabé este vídeo el pasado lunes y lo publiqué no sabes la cantidad de felicitaciones que recibí. Es por ello que quise colgarlo en el blog, para que cualquier mujer no se pierda este vídeo y pueda gozar de él.

En muchas ocasiones nos vemos lo último en la cadena de necesidades: si los demás están bien, nosotras estamos bien pero, ¿por qué debemos conformarnos?

¿Por qué tenemos que ir todos los días a un trabajo que no nos satisface?

¿Por qué tenemos que cumplir unos horarios de trabajo y sacrificar horas de estar con nuestros hijos?

¿Por qué debemos quedarnos con ese trabajo si creemos que valemos para más?

¿Por qué, por el hecho de ser mujer, siempre se nos cuestiona nuestro salario?

¿Por qué cuando nuestros niños están malos, debemos debatir entre ir a trabajar o cuidar a nuestros hijos?

Yo estoy en una Industria donde no tengo que cuestionarme nada de esto y créeme, me alivié mucho cuando la encontré.

Era muy duro ver a mis compañeras lo mal que lo pasaban cada vez que las llamaban del colegio para que fueron a buscar a su hijo porque estaba malo y ellas trabajando. O cuando te decían que el finde se habían ido con su niño a la playa pero no con el marido porque éste trabaja los fines y apenas se ven.

Yo me planteaba todo esto y tenía claro que no quería una vida así, que no tenía que cuestionarme el ser mujer trabajadora y profesional con ser esposa y madre. Y por fin lo encontré. Por eso estoy en deuda y quiero mostrarte la Industria en la que estoy para que sepas que hay otra vida si la quieres, que hay otras opciones que se pueden ir desarrollando como plan B y luego como plan A o directamente como plan A, que si conoces a alguien que está en esta situación, anímala a que vea este vídeo y pueda decidir por ella misma la vida que quiera.

Amiga, no permitas etiquetas en tu vida, TÚ VALES para todo lo que te propongas, así que, con este vídeo, quiero mostrarte que se puede conseguir.

¡Quítate la etiqueta! Y que nadie te diga hasta dónde puedes llegar…

Con cariño,

Elizabeth Ramírez.